Job 2:10. Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
El 22 de diciembre visite a mi Mamá en Ciudad de Guatemala, Lo que diferencia mis visitas a mamá de cualquier otra de otro hijo, es que ella en este momento está atravesando por la dura prueba del cáncer.
Habiendo pasado por una operación y ahora en el tratamiento con quimioterapia, francamente no sabía qué haría si la encontraba deprimida o desgastada física, emocional y espiritualmente, sin embargo, mi sorpresa fue mayúscula al encontrarla con una sonrisa, con un almuerzo preparado por ella misma y con un ánimo excepcional.
Entre las palabras que me dijo y que más impactaron cito las siguientes: Dios siempre tiene planes buenos para sus hijos, o es para bendecirlos o para usarlos, pero a veces nos envía enfermedades como el cáncer para hacernos crecer en fe a través de la oración ó a veces para llevarnos a su presencia que es mucho mejor que estar aquí.
Esto me recordó las palabras que Job le dijo a su mujer cuando esta lo acosaba para maldecir a Dios por no darle, desde su punto de vista una vida bendecida y en su lugar permitió que fuera aquejado por duras pruebas: ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?
El siguiente día de mi visita acompañe a ella y mi Padrastro a la clínica donde recibe su tratamiento, y tuve la oportunidad de preguntarle a él cómo se sentía y él me dijo: ¡Al principio con la noticia de la enfermedad me sentí derrotado, negativo y hasta enojado con Dios, pero al ser testigo de la fortaleza de tu Mamá, me siento aliviado y con esperanza! Te cuento que en uno de los servicios de la iglesia, el Pastor dijo que él no conoce a alguien que ore a media noche ni en las madrugadas y que el es escéptico de que alguien realmente lo haga. Y en mi mente yo dije: El no conoce a tu Mamá. Yo me levanto a las tres de la madrugada, a veces a las dos o una de la madrugada y ahí la veo al pie de la cama de rodillas orando en silencio, a veces la acompaño, a veces me faltan las fuerzas, Y lo que más me asombra es que estoy seguro que no pide la mayoría del tiempo porque Dios le cure el cáncer, si no por ti, tus hijos, tu esposa, tu iglesia y por mí, por el Pastor y los miembros de nuestra iglesia, ella es una mujer de fe.
He predicado muchos sermones acerca del tiempo de prueba, y también he escuchado muchos otros, pero es ahora con la experiencia de mi madre que realmente confirmo que una persona puede ser feliz y encontrar realización en tiempos difíciles si aprende a disfrutar a Dios, si en lugar de cuestionar a Dios. ¿Por qué me pasa esto a mí? tiene claro que Dios es Supremo y tanto aquello que mi mente interpreta como bueno o como malo, si procede de Él hay una razón que no debe ser cuestionada si no aceptada y vista como una oportunidad para contemplar su Poder. En el caso de mi madre, o a través de la sanidad o a través de tener gozo en la expectativa de ir a su presencia si así Él lo determina.
¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
Devocional Diario. 
Comentarios recientes