El jueves 8 de enero, un grupo de Pastores y líderes nos reunimos en: Monte Carmelo, un lugar de retiros a veinte minutos de la Ciudad de Tegucigalpa. Eran las 10:00 a.m. Y nos dispusimos a buscar un lugar donde encontrarnos a solas con Dios. Yo llevaba mi Biblia, una libreta para tomar notas y un lapicero. Mi deseo era disfrutar, alabar y glorificar a Dios a través de acciones de gracias y alabanzas. Al llegar al lugar en la cima de un pequeño cerro, inspirado por los pinos, el canto de las aves, el sonido del viento, y la vista aislada de cualquier indicio de la ciudad, empece a adorar a Dios con alabanzas que las dedicaba en la medida que me acordaba de ellas. Después de más o menos una hora, recorde estrofas de una canción de Marcos Vidal inspirada en el Salmos 84, y el Señor me guío a meditar en este pasaje, este Salmos fue mi delicia ese día y el siguiente, me permitio contemplar la relación del Salmista con el Creador.
Vss. 1,2. ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos! Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo. Vs. 4. Bienaventurados los que habitan en tu casa; perpetuamente te alabarán. Vs. 10. Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.
Pude apreciar en el mismo Salmos, promesas de Dios a todos los que confian en Él, pero después de horas de meditación y memorización de todo el Salmos, mi observación es que los beneficios de Dios que el Salmista menciona, en realidad son una consecuencia natural de estar en comunión con Él, de disfrutarlo, de hacerlo importante dándole alabanzas, de hacerlo glorioso dandole crédito por todo lo bueno que hay en nuestra vida.
El reto final de Dios con este Salmos fue: Disfruta a Dios a través de una comunión fresca renovada, permanente, y confia en Dios en todos tus asuntos.
Este como todos los años fue un tiempo refrescante para mi alma y espero seguir disfrutando a Dios el resto de lo queda del mismo. Una de las decisiones que personalmente he tomado: Es apartarme cada mes un día completo aislado de todo para reproducir estos tiempos de alabanza y gloria a Dios de forma prolongada, acompañados de ayuno y oración. Espero en la gracia de Dios ser fiel en este propósito. Vea en la galería fotos del retiro.
Devocional Diario. 
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